martes, 10 de julio de 2012

La Cúpula Macellum, II


Habitantes                                                                                                                                               

En la actualidad se estima una población de unos 8.900.000 habitantes. Esta cifra contrasta enormemente con el momento de mayor productividad de la cúpula donde había un censo de 37.890.200 habitantes registrados (y probablemente 3 millones más no registrados). Parte de los pobladores que quedan hoy día descienden de los constructores e ingenieros originales de las plantas de procesado de alimentos, muchas generaciones atrás.

Hoy día, el 80% de la población son las familias dedicadas al mantenimiento y uso de la maquinaria, la cual nunca ha efectuado paradas ni tan solo para que los operarios accedan a ella para reajustar y mantener. A causa de esto, el número de agentes de mantenimiento necesarios es muy elevado, a fin de poder ir sustituyendo las bajas en la plantilla a medida que ocurren las decenas de accidentes laborales a la semana.

El resto de población censada oficial de la Cúpula Macellum la conforman diferentes estratos del Adeptus Administratum y Adeptus Arbites, así como una pequeña representación de los Comerciantes de Necromunda. Son estos grupos los que tienen cierta libertad para entrar y salir de la cúpula, manteniendo un contacto con el resto del submundo y la ciudad colmena sobre sus cabezas.

Religión y costumbres

El 90% de la población sigue rindiendo culto al Dios Emperador, como cabe esperar en un planeta del Imperio. Además, estos fieles tienen un hueco en sus catedrales y sacristías dedicadas al culto del Dios Máquina de Marte debido al pasado de la cúpula. Durante la construcción de las instalaciones los Adeptus Mecanicus supervisaban los trabajos, dirigiendo homilías y misas dedicadas al espíritu máquina de cada fábrica. Estas costumbres todavía se mantienen a día de hoy.

Las condiciones de vida en la Cúpula Macellum son un caldo de cultivo para las mutaciones de casi infinidad de infrahumanos y decadencia en general. Esto ha llevado a que el Culto Redencionista tenga un lugar cada vez más importante en la población local. Año tras año hay fugaces brotes de violencia hacia mutantes y supuestos herejes inducidas por sacerdotes de la Redención o bandas siguiendo la ley de la casa Cawdor.

Por otro lado, el desaliento en general que se vive en la cúpula, una sensación generalizada de abandono del Dios Emperador y la facilidad de pasar desapercibidos por las fuerzas de defensa planetaria en las profundidades de la Ciudad Colmena ha hecho surgir varias sectas y parroquias dedicadas a los Dioses Oscuros. Los Cultos al Caos son un peligro mortal para el Imperio pero, a esta escala local, pasan muchos años hasta que crecen tanto como para que las autoridades imperiales se den cuenta de su existencia antes de que sea demasiado tarde.

Y finalmente, el pequeño número de tribus Piel Rata que se han visto por la cúpula sigue con sus creencias animistas, respetando a los espíritus de la colmena y defendiendo sus lugares sagrados de la decadencia del resto de pobladores.

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